Rivas fue condenada por no entregar a sus hijos al padre tras huir de Italia por el polémico juez Manuel Piñar. Posteriormente, el Supremo rebajó la pena y más tarde la mujer fue parcialmente indultada por el Gobierno, en un periplo judicial que dura ya 15 años: “El daño causado es irreparable: ha perdido contacto con su hijo y ha sufrido un desgaste emocional inmenso”, afirma Martos.